Por la Ferrería de El Pobal

Otro de esos lugares a los que sabes que tienes que ir. Y siempre lo vas dejando porque consideras que ya llegará la ocasión perfecta. Menos mal que un amigo organizó una visita en grupo porque si es por mí, podría seguir años demorándola.


En el progreso de la especie humana, el hierro ha tenido (y todavía tiene) un papel preponderante. En casi toda la cornisa cantábrica y muy especialmente en el Pais Vasco, este metal nos ha acompañado en nuestro paso por la historia. Si los pueblos tienen carácter, es muy posible que el nuestro haya sido en parte forjado por la extracción y la transformación del hierro desde la antiguedad hasta hoy mismo.

Eso es lo que se me ha hecho presente en la visita. El que acuda a este museo esperando encontrar una colección de piezas antiguas va a salir decepcionado (algunas se muestran pero muy pocas). Porque esta antigua ferrería rehabilitada es un museo vivo que nos permite acercarnos a un periodo de nuestra historia no demasiado lejano pero sí lo bastante como para que nos resulte difícil de entender observado desde nuestras condiciones de vida actuales.
Hace unas semanas acudí a un paseo guiado por los espacios que ocuparon las minas de hierro a cielo abierto en la Arboleda. Hace solo unos días pasé al lado del único alto horno que queda en pie (fuera de funcionamiento por supuesto) en Sestao. Mi llegada a la edad adulta coincidió con una reconversión salvaje de la siderurgia en Bizkaia pero todavía mantengo algún recuerdo de cuando era un crío. Lo que me contaba mi abuelo (trabajó casi toda su vida en el alto horno de Echevarría en Santa Agueda), el enorme edificio del tren de laminación de AHV (cerca de mi casa, en los terrenos que hoy ocupa el BEC) o los últimos movimientos del tren de la Franco Belga pasando al lado del Instituto donde estudiaba. Estas recientes visitas están refrescando mis recuerdos y avivando mi interés por aumentar, integrar, entender y ubicar en el tiempo toda esa información.

Introducido el tema, paso a dar mi visión sobre la Ferrería de El Pobal. Empiezo describiendo los espacios y utilizaré para ello dos recursos didácticos muy potentes: Las fotos tomadas durante la visita y una buena maqueta con la que cuenta el museo. Soy de la opinión que es alrededor de ella dónde se debería haber empezado la visita. Hubieramos comprendido mejor todo lo que vimos antes y también lo que vimos después.


He aquí todo el edificio. Así, podemos explicar que:
  • La Ferrería propiamente dicha es el recinto A. 
  • El B es la Forja.
  • El C es el almacén de carbón vegetal.
De la representación a la realidad. De la maqueta a los espacios reales:
Foto 1.- Una de las paredes exteriores de la ferrería (el espacio A visto desde fuera). No es un simple cerramiento ya que lleva integrado en su parte superior una especie de depósito (antépara) que es realmente el final del canal que trae el agua del río  para aprovechar su fuerza.


Foto 2.- Vista de la turbina (A5) que mueve el martillo pilón. Mediante una compuerta, se abre el canal de la parte superior del muro y un chorro de agua cae sobre las palas de la turbina. Transformamos así una forma de energía (la que posee una gran masa de agua por estar alta) en otra (la mecánica que porta un eje dando vueltas).


Foto 3.- Solo queda convertir ese movimiento circular en uno rectilínio de vaivén para aplicárselo al martillo pilón o mazo (A3).


Foto 4.- No anduve muy fino en la visita y no tomé fotos de los fuelles (A1). Os pongo un detalle de la maqueta. Esencialmente el sistema de movimiento es el mismo que el del martillo pilón. Otra turbina (A4) movida por el agua acciona dos émbolos (A1). Su función es mantener un ritmo permanente de soplado de aire sobre el horno.


Foto 5.- Si no se está utilizando toda el agua que circula por el canal para mover las turbinas, la que sobra, escapa por un rebosadero. Absolutamente toda el agua que se toma río arriba (la que ha movido las turbinas y la que ha rebosado) se devuelve al cauce río abajo. Un simple ramal paralelo al curso natural del río nos ha servido para quedarnos con parte de la energía que lleva el agua en su descenso hacia el mar. En su momento se utilizaba este sistema por ser sencillo y barato. Hoy sería además un modelo de sostenibilidad del que nos hemos alejado peligrosamente.


Foto 6.- El horno (A2). Es el espacio que más desapercibido pasa a pesar de ser el corazón y la razón de ser de la ferrería.


Foto 7.- La forja (B). No todas las ferrerías tenían además un espacio destinado a la forja. Su función era la transformación del hierro hasta convertirlo en objetos de uso (rejas, arados, azadas, espadas, navajas o incluso, en forjas muy especializadas, agujas de coser).


Foto 8.- El almacén de carbón vegetal (C).


No soy un especialista en siderurgia y mucho menos un historiador pero creo que es importante dar ahora unas pinceladas de química, tecnología e historia. A mí me ha costado entender lo que vi y, ahora que lo tengo más o menos claro, voy a tratar de transmitirlo.
Centrémonos en la ferrería (el espacio A). Hagamos un esfuerzo porque la forja (el espacio B) es una de las partes más atractivas de la visita. Originariamente el proceso que se realizaba en la ferrería y el que se realizaba en la forja no tenían nada que ver. Era muy normal por tanto que existieran ferrerías sin una forja al lado y viceversa. El esfuerzo ha de ser doble porque el proceso que se recrea en la ferrería durante la visita no es el originario sino al que se tuvo que reconvertir en los últimos años de su vida.
La función original de una ferrería era conseguir hierro a partir del mineral de hierro (En la Tierra hay mucho hierro pero casi nada está en forma de hierro libre). El procedimiento se conoce desde la antiguedad. Lo que se persigue con él es provocar una reacción química que precisa de dos condiciones: Alta temperatura y carbono. El método para la obtención del hierro en las ferrerías como la de El Pobal fue en su momento revolucionario porque se incorporaban al proceso tradicional dos mejoras:
1.- El uso de carbón vegetal con el que se conseguían temperaturas más altas que con la madera. El carbón cumple en el horno una doble función. Es el combustible que eleva la temperatura y aporta el carbono necesario para que se produzca la reacción química que separa el hierro del oxígeno (el mineral de hierro es generalmente óxido de hierro).
2.- Utilizar la fueza del agua permitía:
     2.1.- Mover unos émbolos que mantenían un ritmo muy alto de soplado sobre el horno. Así se podía elevar aún más la temperatura.
    2.1.- Mover un enorme mazo bajo el que se colocaba la "bola" al rojo que se sacaba del horno. Esos golpes compactaban el hierro fundido y le liberaban de escorias (carbonatos que aparecen como subproductos en la reacción química).
Resumiendo, la ferrería estaba diseñada para producir hierro pero no para transformarlo. Las forjas eran las que debían realizar la transformación a partir de los lingotes o tochos que producían las ferrerías.
Este sistema de producción de hierro evoluciona muy rápidamente a partir de mediados del siglo XIX. Con el uso del carbón mineral y el coke (de mayor poder calorífico que el carbón vegetal) y con el convertidor Bessemer (y después con el Alto Horno), la siderurgia sufre una revolución sin precedentes que deja obsoletas a las ferrerías tradicionales en unos pocos años.
¿Por qué se mantiene abierta entonces la Ferrería de El Pobal hasta bien entrado el siglo XX? Porque el haber tenido una forja asociada, le da un pequeño margen de reconversión. La forja es un procedimiento para la transformación del hierro que consiste esencialmente en calentarlo hasta una temperatura en la que adquiere plasticidad. En el breve periodo de tiempo en el que se mantiene en ese estado, se puede modificar su forma golpeándolo. Una forja es por tanto una instalación muy sencilla que precisa como mínimo de un hogar en el que calentar el hierro, un martillo con el que golpearlo, un yunque que sirve de soporte y grandes dosis de habilidad por parte del herrero. Como el Pobal contaba con una forja y una clientela para las herramientas que se fabricaban en ella, la ferrería se reconvirtió en una especie de forja industrial. En el horno ya no se depositaba mineral de hierro sino el hierro que ahora llegaba desde un alto horno. Y el mazo del martillo pilón ya no compactaba y libraba de escorias al hierro fundido que salía del horno sino que le golpeaba y modificaba su forma con una fuerza muy superior a la del brazo del herrero. Se podían modelar así herramientas mucho mayores o las formas previas de otras más pequeñas. La forja tradicional y esta otra más grande y rápida se complementaban. Esto es lo que se están recreando hoy en la Ferrería de El Pobal y no la producción de hierro a partir del mineral.
Pero también la forja fue barrida en su momento por otro tipo de técnicas de transformación industrial del hierro (su sola enumeración excede este modesto artículo) que obligaron al cierre definitivo de El Pobal.

Me he obligado a que el artículo tuviera un tono más divulgativo del que es habitual en este blog. Hasta aquí llega mi ciencia. Con la misión cumplida voy a permitirme complementarlo con dos series de fotos.

La primera con un detalle de la ferrería que se ha quedado fuera mientras corría la descripción. Pero sobre todo, con varias fotos que recogen la acción de las personas que nos cuentan la historia, la representan y la hacen tangible.








La segunda con tres fotos de un molino contiguo. Con la obra hidráulica principal ya construida para mover la ferrería, ramificar un pequeño canal que diera servicio a un molino fue seguramente una inversión muy barata y rentable. 




Así termino. Si el artículo os ha despertado un mínimo interés, no os quedéis a medias con esta visita virtual. Los que tengáis  oportunidad de hacerlo acudid a la Ferrería. Estoy convencido de que no os defraudará. 


4 comentarios:

  1. Guapas las fotos, guapos los comentarios.
    Después de esto nos queda claro la historia del hierro y la manera de producirse.

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    1. Hola Felix. Quizá en la forma de producirse pueda haberte aportado algo pero creo que en la historia más reciente de la siderurgia en Bizkaia serías tú el que podrías escribir cosas muy interesantes.

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  2. Sin estar en la visita (cosa que también tengo pendiente) me quedan suficientemente claras las diferencias que expones y el trabajo que se realizaba. Bonitas fotos.

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    1. Me alegro de que te guste el artículo Jesus. De otra posible visita ya hablaremos. A lo mejor se puede preparar algo especial.

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