Panorámicas Esféricas. Capítulo 2. A pie de obra



Es esta la parte del trabajo que más me gratifica. Colocarte en el escenario. Decidir la posición y los parámetros para la toma y desplegar los medios para poder llevarte en la tarjeta de la cámara los datos que se convertirán en tu casa en una fotografía (para el caso que nos ocupa en una panorámica esférica).
Pero antes, hay que estudiar un poco las características del equipo que cada uno ha decidido utilizar. El ángulo de visión del conjunto objetivo-cámara es el que marcará cuántas tomas vamos a necesitar para generar nuestras panorámicas.


Llegados a este punto vamos a introducir a nuestro querido plantea Tierra en las explicaciones. Es una esfera en la que nos situamos en general bastante bien. Sabemos lo que es el polo norte, el polo sur y controlamos variables como la latitud y la longitud (o al menos hemos oído hablar de ellas). Esta comparación nos será muy útil además en el capítulo siguiente porque todos hemos visto un mapa mundi que no es otra cosa que una proyección de la superficie de la Tierra (un apaño para llevar a dos dimensiones lo que realmente tiene tres).
Tenemos también que cambiar nuestro modo habitual de pensar en lo que a unidades de medida se refiere. Los metros, kilómetros o centímetros aquí no nos van a ayudar nada. Tenemos que mover nuestro dial mental y ponerlo en posición "grados".
Vamos a viajar cual personajes de Julio Verne al centro de la Tierra. Ellos no llegaron pero nosotros lo tenemos fácil. Colocamos nuestro trípode en el suelo, encima de él la rótula y fijada a ella la cámara. Pues bien, ese es el centro de la esfera que vamos a fotografiar desde el interior. Mirando al zenit veremos el polo norte. El nadir será el polo sur. Con la vista al frente y girando estaremos recorriendo la línea ecuatorial.  


Lo primero que tenemos que investigar es cuántas fotos vamos a necesitar para cubrir los 180° que tenemos entre el polo norte y el polo sur (zenit y nadir). Para que lo podamos hacer con una sola fotografía, el ángulo de visión horizontal (la cámara se coloca vertical en casi todas las rótulas) del conjunto cámara objetivo tendría que ser superior a esos 180°. Es raro que dispongáis de un equipo con esas posibilidades.  En mi caso, el Samyang 8 mm. colocado en mi cámara Olympus, sobrepasa ligéramente los 90° con lo que puedo cubrir todo el espacio entre el polo norte y el sur con 2 fotografías. Si vuestro conjunto cámara objetivo da un ángulo de visión horizontal entre 60° y 90° necesitaréis de 3 fotos y, si es menor de 60° creo que tendréis que ir pensando en otro objetivo más apropiado para este uso.

Porque ahora, en cada una de esas posiciones tendremos que ir girando toda la rótula para cubrir los 360° del ecuador. En mi caso, he decido que voy a realizar avances cada 60° con lo que tendré que hacer 6 disparos en cada una de esas dos posiciones. Total 12 fotografías. Con la mitad de ellas recogeré el hemisferio sur y con la otra mitad el norte. Por supuesto que  entre cada foto y sus contiguas (en todas direcciones) tiene que haber solape para que el programa que viene después encuentre puntos iguales y pueda unirlas. Posiblemente mi objetivo me permitiría cubrir los 360° con sólo 5 fotografías pero tendría que haber marcado avances en la rótula de 72°. No me gusta ese ángulo (manías mías). Prefiero una (realmente son dos) fotos de más en cada proyecto de panorámica y avanzar de 60 en 60 grados. Si no vas a hacer muchas esféricas, dos fotos de más en cada una no son demasiado problema. Si te vas a dedicar a esto conviene economizar. El precio actual de dos fotos de más consiste en mayor espacio necesario para su almacenamiento y algo más de tiempo que tiene que dedicar el programa a procesarlas.

Estas son las miniaturas de una batería de 12 fotos que se convertirán en una panorámica esférica (la que veréis al final del artículo). Con las deformaciones que provoca el ojo de pez en las imágenes y las posiciones de disparo tan anómalas no esperéis ver en ellas nada que presagie el resultado final.
No os inquietéis sobre el terreno por lo que os transmite la pantallita de la cámara. En casa lo veréis todo más claro cuando el software para estos usos empiece a realizar sus cálculos.

Después de esta aburrida charla de trigonometría, vamos a hablar de parámetros a los que los fotógrafos estamos más acostumbrados. Una regla muy sencilla de recordar y algo más difícil de ejecutar: Todos los parámetros de cámara en manual. Se trata de conseguir uniformidad entre todas las tomas para que no se produzcan saltos extraños en los solapes entre imágenes. Los programas de unión hacen maravillas pero no pueden resolver grandes diferencias entre fotografías.
  •  Balance de blancos.- Si disparáis en formato RAW es el único parámetro con el que os podéis despistar dejándolo en automático. Como vais a tener que revelar cada foto, siempre podréis asignar  en lote a todas el mismo . Hablaremos de ello en el siguiente capítulo.
  •  Medición de la distancia.- Aquí no valen despistes. Os recomiendo que disparéis siempre a la hiperfocal del objetivo. Si vais a tomar varias imágenes y permitís que el objetivo enfoque a su criterio (no es mi caso, mi Samyang no se entiende con el enfoque automático de la cámara) os podéis encontrar con fotos contiguas con enfoques diferentes de los mismos planos.
  •  Exposición.- Tenéis que elegir una relación fija apertura/velocidad y utilizarla  en todas las fotos. Esta puede ser una decisión difícil. Dependiendo de la escena y del momento del día os podéis encontrar con un rango dinámico que excede el de vuestro sensor. Esto es lo normal y tendréis que decidir hasta donde estáis dispuestos a subexponer las sombras o quemar las altas luces (o ambas cosas). Dos acciones se me ocurren para minimizar este problema: 1.- Tirar de HDRs. Creo que se puede hacer pero yo todavía no he experimentado cómo. Me da mucha pereza. 2.- Procurar realizar las tomas en momentos del día (amanecer, atardecer e incluso de noche cerrada) en los que la luz es más manejable.
Otro consejo que nada tiene que ver con todo lo dicho hasta ahora. Vuestro trípode va a salir en las fotos (en mi caso en 6 de ellas). Tendréis que hacerlo desaparecer después.
Una forma que yo no utilizo es disparar una foto más. Lo retiráis y disparáis con la cámara al espacio que ocupaba el trípode. Me parece bastante complicado disparar en el ángulo correcto para que luego se pueda casar esa imagen con las otras que ya teníais en las que aparecía. He visto gente que usa este sistema y le funciona. Yo lo he intentado y no me va muy bien.
Lo que yo hago es procurar poner el trípode sobre una superficie con motivo uniforme (hierba, arena) o con un patrón sencillo y regular (baldosas iguales) que permita clonarlo luego de forma fácil.

Finalizo este capítulo con una panorámica realizada en el lugar donde están tomadas también las dos primeras fotos de este mismo capítulo. Contra lo que pudiera parecer me ha dado mucha guerra llevarla hasta lo que veis. Los horizontes despejados le complican la vida a los programas de unión bastante más que los escenarios aparentemente más complejos.

Acantilados cantábricos in España

Otros capítulos publicados:

5 comentarios:

  1. O sea, que al final conseguiste coser la parte del cielo :)

    El articulo me gusta, me parece bastante interesante ... pero la foto del principio: es mundial!!!! jejejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me parecía que ilustraba muy bien el comienzo de este artículo. Introduce además un nuevo "conceto" fotográfico: La fotografía como firma. En este caso doble. La del autor del artículo en persona y la de klikvision.
      Está sacada además por la sufrida compañera del fotógrafo matando con una cámara el aburrimiento mientras yo me entretengo con la otra :-)
      Creo que dedicaré un artículo en breve a nuestros estoicos acompañantes a los que la fotografía les resulta un auténtico coñazo. Algo de material tengo para ello.

      Eliminar
  2. Buen trabajo y bien explicado.

    Razón no te falta en lo de los "estoicos" acompañantes.

    ResponderEliminar
  3. muy buen trabajo juan carlos, veo que no paras de imvestigar y de buscar nuevos retos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Chechu. Pues sí, procuro no quedarme quieto pero estos retos tecnológicos no son los más difíciles de superar (hace tres meses no hubiera dicho esto). Los que tiene que ver con la creatividad son más jodidos.

      Eliminar