Entre hayas

El bosque es un espacio sugerente donde los haya.
¿He dicho "haya"? Sí, porque voy a mostrar en este artículo fotos desde el interior de un bosque de hayas. No será un prodigio de biodiversidad (el haya es un árbol muy posesivo con el territorio que ocupa y no permite que progresen a su alrededor otras muchas especies vegetales) pero es quizá uno de los que más estimula la imaginación. Si quieres contar una historia de misterio, sitúala en un bosque antiguo de hayas, vístelo con un velo de niebla y coloca en él un personaje a caballo cubierto con ropas que no permitan ver su rostro. Con un escenario así, el interés del relato está casi garantizado.



No estamos en otoño (la estación en la que los bosques reunen el espectro completo de colores). Pero esto es el Parque Natural de Saja Besaya y, aunque el mes de julio y lo que llevamos de agosto han sido muy secos, la primavera que los precedió fue una prolongación del invierno en lo que a lluvia se refiere. 
Es la primera vez que entro con el coche y un poco a pie en esta impresionante Reserva de la Naturaleza. La masa vegetal que reunen sus 25.000 Ha. es impresionante. 

Su espesura, su verdor y su silencio hacen que te veas como un explorador descubriendo tierras vírgenes.


Si miras hacia el suelo te sorprenden plantas que parecen teletransportadas con una máquina del tiempo.

Y otras mucho más pequeñas de formas diversas y con casi todos los verdes posibles.

Si miras al frente las hayas se despliegan ante ti con toda su fuerza, su altura, su porte.



Y si miras hacia arriba verás como al todopoderoso sol le cuesta introducir unos destellos de luz entre la tupida malla verde que las hayas extienden .



Dejo para el final la presencia del agua. Aunque el bosque guarda la humedad y te envuelve en una atmósfera permanente de frescura, cuando el agua surge de la tierra, se reune en un arroyo y desciende a toda velocidad buscando el fondo de los valles, el espectáculo es completo.



No me considero un fotógrafo de naturaleza. Los fotógrafos que admiro en esta disciplina están muy especializados y tienen la técnica, la paciencia y el equipo que yo no poseo. Yo paseo con agrado por el espacio natural. Disfruto y me sorprendo permanentemente de lo que veo. Raras veces consigo recoger con mi cámara eso que me sorprende. La mayoría de las veces no me es posible. En parte por mi torpeza y en parte porque las sensaciones que recibe este humilde mono cuando camina erguido son demasiado diversas como para que una triste foto las reuna todas.

4 comentarios:

  1. jejeje, +3 a la frase del humilde mono.
    Estoy convencido de que eso es literalmente cierto y por esa misma razon somos las personas menos indicadas del mundo para valorar nuestras propias fotos.

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    1. ¡Un +3, qué pasada! ¿Eso es mucho verdad?
      Y eso que sólo he dicho que una foto no puede recoger todas las "sensaciones" (lo que recibimos a través de los sentidos). No he mencionado las emociones (que tienen más que ver en cómo relacionamos lo que vemos con los recuerdos y las experiencias vividas).

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  2. Qué bonito sitio este. Para monte una gozada y para bañarte a tu aire aún mejor. Por estos lugares estuve hace unos años. Gracias al perro me sentí más seguro. Pero conseguimos disfrutar juntos. La próxima la organizamos por aquí...

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  3. Lo de bañarme ni se me había ocurrido. Igual porque el día estaba medio lluvioso e ibamos mal de tiempo. Cuando quedemos la próxima vez lo intentamos (aunque el agua tiene que bajar helada) porque ya sabes que este lugar está a medio camino entre donde tú y yo pasamos las vacaciones.

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