El título del artículo es para llamar la atención. No está relacionado con lo primero que habéis pensado al leerlo. Tiene algo que ver con su contenido pero es, además, un juego de palabras para enlazarlo con el que vendrá después: Verano Salvaje > Verano Paisaje.
Mis veranos (hasta ahora siempre he tenido vacaciones en Agosto) van de "aire libre". No me considero ni un gran observador ni un fotógrafo de naturaleza pero me gusta moverme por ella. No odio la ciudad ni las aglomeraciones humanas pero disfruto mucho alejándome un poco de la condición de urbanita que me acompaña durante la mayoría de mis días.
Voy descubriendo además que el ojo y la mente, poco a poco y sin mucho esfuerzo, se van adaptando a la observación del medio natural haciéndose sensibles a una forma diferente de mirar. Este año, un poco más que el anterior, he visto cosas que siempre han estado ahí pero sobre las que nunca había puesto el foco. A todos los efectos, para mí no existían.
La afición por la fotografía es un buen catalizador de este proceso. Miras con más interés por el placer de descubrir cosas nuevas pero lo haces además porque deseas plasmar en una foto eso que ves. Si quieres fotografiar animales salvajes -es de lo que realmente va este artículo- tienes que acercarte a ellos. Yo definiría animal salvaje como aquel que no tiene el más mínimo interés en favorecer ese acercamiento de modo que, es conveniente estar enterado de las especies que ocupan o podrían ocupar el habitat que pisas, de sus características, sus ciclos y sus hábitos. Se trata de sacarles una pequeña ventaja por la "vía del conocimiento" porque creo que esta nuestra especie perdió el "tren de la adaptación" hace unos cuantos miles de años.
Las fotos que se muestran en este artículo no son gran cosa si las comparas con las de algunos fotógrafos de naturaleza a los que sigo pero yo estoy muy orgulloso de ellas porque, las pongo al lado de las que era capaz de hacer hace dos años, y veo la diferencia. Intuyo que llegará un momento en el que esta actitud de simple curiosidad no servirá para seguir progresando en esta disciplina. Habrá que optar seriamente por ella abandonando otros intereses porque la considero muy exigente en conocimiento, técnica, equipo, tiempo y, sobre todo, paciencia. Mientras me llega el momento de tomar esa decisión, seguiré disfrutando de mis modestos avances y, cómo no, del territorio ganado a la ignorancia sobre el planeta -iba a decir que habitamos cuando lo correcto es- del que somos parte.
Difícil fotografiar mamíferos. Hay pocos y son esquivos. En general les hemos presionado mucho. Cosas de la proximidad familiar.
Bisonte Europeo. Es un gran mamífero salvaje. Evidentemente está sacada en un espacio controlado pero no es ni mucho menos un zoo. Forma parte de un proyecto de recuperación de la especie que me pareció muy interesante. Están en San Cebrián de Mudá (Palencia). Parece que hoy por hoy, el proyecto se está sosteniendo en gran medida por el compromiso de voluntarios. Cuidado señores políticos con la desidia que suele acompañar a estas acciones una vez se han puesto en marcha. Los animales no entienden de ciertas milongas (es que no hay presupuesto, es que ya sabes en la Diputación Fulano y Futano son de otro partido,...) y, de la forma que se nos explicó, el proyecto parece más interesante para los habitantes de San Cebrián que para los propios bisontes. |
Vamos con los insectos. Muy agradecidos cuando te acercas con un objetivo macro. Mi nuevo teleobjetivo (un 50-200 del sistema 4/3 de Olympus equivalente a un 100-400) da mucho juego también en las distancias cortas. No es el 50 macro pero puedes salir con él puesto cuando vas a fotografiar aves y disparar a una mariposa que se ponga a tiro sin quitarlo. De la serie que va a continuación, las dos de mariposas han sido sacadas con el tele. La de las hormigas está hecha con el macro (y flash) y las de las libélulas también con el macro pero con el cuerpo de cámara antiguo (mi E-510 sigue estando en la pelea, no pesa nada y demuestra que la cámara importa en una foto mucho menos que el cristalito que se le pone delante).
Y llegan las aves. A las que más tiempo he dedicado este verano. Todas las fotos han sido sacadas con el tele. Todas llevan además o un pequeño o un grandísimo recorte. Mi técnica de acercamiento ha de depurarse mucho todavía. Los enfoques realizados en procesado han sido en general bastante bestias lo que hace que algunas fotos tengan el aspecto de ilustraciones. Sigo comprometido con la mejora. A ver qué consigo en el futuro.
Golondrina en Velilla del Río Carrión (Palencia). Son animalillos bastante acostumbrados a convivir con nosotros. No notan nuestra presencia como muy peligrosa y se dejan acercar bastante. |
Un abejaruco fotografiado en Tudela. Vimos algunos también en la Bardena pero este es del que más cerca conseguí estar. |
Hembra de Ánade Real con su pollo grandecito (creo). |
Una Focha. Compartiendo la charca con los ánades. |
Garza Real. En el vuelo que inició en cuanto consideró que ya había superado su diámetro de seguridad. |
Un Buitre Leonado volando por debajo de nuestra posición en el mirador de los Collados del Asón. La majestuosidad del planeo de este enorme ave es incomparable. |
Aupa JC.
ResponderEliminarMe parece una pasada el articulo que te has currado.
Me gusta el relato de tu progresion y las fotos con las que has ilustrado el articulo.
Lo que dices sobre la presion a la que ha sometido el ser humano a la fauna creo que es cierto pero tambien me da la impresion que en cuanto esa presion disminuye aunque sea un poquito la fauna o la naturaleza en general recupera sus espacios. El ejemplo mas claro lo tengo justo debajo de casa :-)
Despues de ver este, ya estamos esperando el otro.
ResponderEliminarEsta claro que poco a poco se va haciendo monton y que un verano aprovechado da para mucho.
Me sorprende gratamente ver como avanzas en el conocimiento de las aves, ya se a quien pedir sopitas cuando haga falta.
¡Gracias amigos!
ResponderEliminarDa gusto publicar cosas cuando se cuenta con un público tan fiel.
Hola Juan Carlos, soy Juan Piñero, es un reportaje impresionante, veo que has tenido que tirarte muchas horas comtemplando la naturaleza, para poderla plasmar en esta serie de fotos. Las de las libélulas son impresionante, sobre todo la de las alas blancas.
ResponderEliminarMe alegro de que te gusten Juan. No tengo la sensación de haber estado mucho tiempo de "contemplación" pero si que es cierto que el susodicho tiempo corre de diferente manera cuando estás haciendo con él algo que te gratifica.
ResponderEliminarHola Juan Carlos,realmente me impresiona como la naturaleza que nos rodea pasa ajena ante nuestros ojos.
ResponderEliminarCon este trabajo una vez mas queda demostrado que no miramos lo que tenemos debajo de los pies.
Animo, ahora con el otoño seguro que te surgiran nuevos retos y nada de lo que vemos en este reportaje sera como un punto y aparte.
Julian