Corriendo 100 kilómetros

Desde mi casa en Barakaldo hasta cerca de El Sardinero en Santander hay 95 km. Se tarda algo más de una hora en coche, para un recorrido que se realiza practicamente entero por autopista. En ocasiones se hace largo.
El sábado pasado, en el Parque de la Llama, cerca de El Sardinero (Santander), se celebró una carrera pedrestre en la que los participantes tienen que recorrer 100 kilómetros. Hubieran podido venir corriendo hasta mi casa y les habrían sobrado todavía 5 km para llegar hasta Bilbao.
Te dicen que todo es cuestión de entrenamiento y que hay pruebas bastante más duras pero, desde la posición de una persona bastante sedentaria (como la mayoría), estas competiciones deportivas parecen ciencia ficción.

Presento el reportaje con la que, a la postre, sería la ganadora femenina de la prueba. 
Yo acudí porque participaba en la carrera el amigo de un amigo. Como soy un completo profano en estos eventos no  voy a hacer una crónica deportiva pero si voy a dar cuatro datos para situar el tema.

  • La carrera tiene mucha tradición. Si os interesa podéis informaros aquí.
  • Se corren dos pruebas a la vez. Una individual en la que los participantes (dorsales con un sólo número sobre fondo rojo) corren los 100 km y otra por equipos en la que cada uno de los 10 corredores de cada equipo (dorsales con dos números sobre fondo amarillo) hace un relevo de 10 km.
  • La carrera individual comienza muy pronto (sobre las 7 de la mañana). Con alguna pequeña parada, los participantes invierten un tiempo por encima de las 7 horas.
  • El recorrido se realizó por un parque cerrado al tráfico. Cada vuelta era de 5 km por lo que tuvieron que dar 20 vueltas al circuito.
  • Hizo muy buen tiempo para ver la carrera y no tanto para competir en ella. El calor es enemigo de la mayoría de los corredores de estas pruebas de ultrafondo.
Una primera serie de fotos del escenario.




Lo que realmente importa en una reunión como esta son las personas que participan en ella. Su actitud ante el reto.
Unos, muy concentrados.






Otros, sin perder nunca la sonrisa.





Todos, sufriendo.







En los momentos en los que hay que alimentarse, hidratarse y refrescarse, se producen escenas muy atractivas para el fotógrafo.



Termino con una serie que pretende simbolizar la "acción". Los pies, la posición del cuerpo, la danza de la carrera






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