Color vs Blanco y Negro

Una de las eternas discusiones entre fotógrafos. Hay otras, igual de recurrentes y bastante más absurdas, como Nikon vs Canon.
Yo he procurado resolver ambas con el mismo estilo. En la Nikon vs Canon me he decantado por Olympus y en la Color vs B/N he optado por el Depende.
Si me pongo un poco más serio (y sincero) tengo que decir que yo soy más de Color y menos de Blanco y Negro. O lo que es lo mismo, mis fases de color suelen ser más intensas y prolongadas. Entiéndase fase como espacio de tiempo en el que prácticamente todas tus fotos las resuelves de la misma manera con algún que otro cambio por aquello de no encasillarse.
Lo que no soy es radical en la defensa de una cosa frente a la otra. Casi siempre prefiero mostrar mis fotos en color pero tengo amigos cercanos que manifiestan una clara predilección por el b/n y me inspira un gran respeto el trabajo que realizan. 
Sin embargo, sí que estoy dispuesto a defender que es muy difícil estar a la misma altura cuando trabajas en color que cuando lo haces en blanco y negro. Siempre he pensado que las mejores fotos son las que llevan una gran carga de intención antes del disparo, las menos fortuitas. La intención no es otra cosa que una visión apriorística del resultado y, el que tiene capacidad para construir una imagen mental previa de una foto, lo está haciendo ya en color o en escala de grises. Hay que tener mucha experiencia y capacidad para prever resultados. Hacerlo en dos alternativas y elegir la mejor para cada momento es territorio de superdotados.

Las fotos con las que voy a ilustrar este artículo están tomadas en un evento llamado "Baños de Ola". Entiendo que son esas acciones con las que la ciudad de Santander busca principalmente atraer visitantes. Se rememora con ella el primer cartel que promocionaba los baños con agua de mar en la playa de El Sardinero allá por los tiempos de Maricastaña (segunda mitad del siglo XIX y primera del XX). No voy a dar una visión periodística de los actos porque no los he seguido intensamente (dos horas en la tarde del 11 de julio) y porque tampoco me he documentado suficientemente como para poder hacerlo con rigor. Si os interesa el tema podéis empezar por informaros aquí.



La reflexión con la que se abre el artículo y las fotos que se muestran no tienen en realidad mucho que ver. Son estas últimas un juego ligero que considero apropiado para el tiempo de verano. Fueron tomadas sin mas intención que la de recoger una muestra de personas ocupando la calle y haciendo de ella un espectáculo para los demás. Es en casa, delante de la pantalla del ordenador, cuando percibo que, en algunas situaciones especiales como esta, la misma foto, procesada de diferente manera, puede poner al espectador en actitudes muy diferentes dependiendo de la variante que esté mirando.

Todas las fotos han sido capturadas con una cámara reflex digital y un telezoom. Nada que ver con las máquinas  que se utilizaron para recoger fotos en los tiempos que se rememoran. Definición, luminosidad, separación entre planos e incluso la posibilidad de diferentes encuadres, son particulares de la cámara con la que han sido tomadas. Algunas tendrán un cierto parecido a las que se podrían haber tomado con una cámara de la época pero lo normal es que no tengan nada que ver.



El procesado "viejuno" que se les ha dado a las monocromáticas es una elección personal. He mirado bastantes fotos de la época para tratar de encontrar en todas ellas características comunes que relacionen un resultado con una edad. No he sido capaz de encontrarlo. Nos situamos en un tiempo en el que la fotografía tenía mucho de artesanía y en la que los resultados finales estaban sometidos a infinidad de variables (manejadas de diferente manera y con diferente rigor por cada  fotógrafo).





El procedimiento que yo he seguido para llegar a lo que muestro ha sido el siguiente:
  • Revelado de la imagen, reencuadre vía recorte y ajuste de parámetros para obtener la foto "en color" que me dejara satisfecho. Guardar. Ya tenemos la primera de la pareja.
  • Paso a blanco y negro y virado a sepia.
  • Nuevo ajuste de parámetros para la nueva situación. En general en esta fase se ha aumentado el contraste y se ha subido un poco la luminosidad.
  • Aplicar viñeteo tratando de reproducir las limitaciones de los objetivos de la época.
  • Incorporar un poco de ruido. Guardar. Ya tenemos la segunda versión.
Todo con criterios personales y dejándome llevar por mi intuición, mi gusto, mi memoria y mi capricho. Lo siento, nada de método científico en esta ocasión.


¿Con cuál os quedáis? ¿Color? ¿Blanco y Negro? ¿O quizá con... Depende?

5 comentarios:

  1. Bueno, yo no optaria por ninguna de las 3 opciones. Pienso que no son cuestiones idempotentes por las que hay que optar solamente por criterios esteticos o coyunturales.

    Estoy convencido de que la eleccion de este, como de otros recursos, tiene que estar sujeto a los requisitos que marca la intencionalidad asociada a la imagen que se publica.
    Pero bueno, tampoco te cuento ninguna novedad :-)

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  2. Idempotente? Vaya palabro. He buscado lo que significa y no lo he entendido. El uso que le has dado en tu comentario tampoco me ayuda :-)

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  3. Anda, no habia visto tu respuesta.
    Quiero decir que ese tipo de recursos sean como piezas que simplemente seleccionas, que ese tipo de decisiones deben ir condicionadas por la intencionalidad.

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  4. No entiendo de técnica fotográfica, pero estéticamente son una maravilla.
    A seguir

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    1. ¿Técnica fotográfica? Y eso qué es lo que es.
      Si te gustan es que, para ti, son buenas. De lo cual yo me alegro.

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